Entrevista

Reyes Lluch, directora de la XV Bienal de Teatro de la ONCE

Una obra interpretada por personas ciegas aporta otra forma de ver y de hacer teatro
Por Azucena García 30 de enero de 2015
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Imagen: ONCE

En la actual coyuntura económica, “lo primero a lo que han afectado los recortes ha sido a la cultura”, lamenta Reyes Lluch. Sin embargo, desde la ONCE se apuesta por el acceso a toda expresión artística. Así lo defiende Reyes Lluch, jefa del Departamento de Promoción Cultural y Braille de la ONCE y directora de la XV Bienal de Teatro. En esta entrevista, Lluch destaca el esfuerzo que se lleva a cabo por avanzar hacia una cultura accesible y, aunque recuerda que todavía hay mucho por hacer, subraya el empeño de la ONCE por conseguirlo. La XV Bienal de Teatro, celebrada del 14 al 17 de enero en distintas localidades del País Vasco y que ha contado con la asistencia de seis mil espectadores, pone de manifiesto este apoyo. Sobre el escenario, los actores -todos amateur y algunos ciegos o con discapacidad visual- han emocionado tanto como cualquier artista vidente, pero además, han logrado que el público conozca otro modo de ver y de hacer teatro. “Eso es lo más importante o, al menos, lo que pretendemos”, destaca Lluch.

¿Cuál es la principal dificultad a la que se enfrenta una persona ciega o con discapacidad visual para representar una obra de teatro?

La primera dificultad es su propia ceguera porque, sobre todo la gestualidad se hace por imitación y, como la persona ciega no ve, no puede imitar cómo es el gesto, cómo es el movimiento, etc. Eso es un trabajo que hay que hacer en el taller. La movilidad en escena es otra dificultad que se encuentra la persona ciega porque, si no reconoce el espacio, si no sabe dónde está él ni dónde están el resto de actores, el resto de elementos escenográficos, el público o la escalera, no puede moverse. Este es una labor previa que hay que hacer para que la persona ciega sepa y reconozca el espacio escénico.

¿Qué les aporta el teatro a sus vidas?

Les aporta muchísimo. Les aporta autonomía personal en el sentido de la movilidad, de la expresión, de la gestualidad, de la relación con el resto de compañeros. Les obliga a salir de su casa y hacer una actividad, en este caso el teatro. Les obliga a relacionarse y a trabajar en grupo, que es algo muy positivo no solo para las personas ciegas, sino también para las personas que ven. Y les aporta una información cultural, porque se tienen que enfrentar a cómo es ese personaje, a conocer al autor, a conocer la época de la obra y todo eso les da una visión de la cultura.

¿Qué siente el público al asistir a una obra interpretada por estos actores?

Lo más importante, o al menos lo que pretendemos, es que el público se emocione viendo una obra de teatro igual que se emociona viendo una obra de teatro interpretada por personas videntes. Pero en este caso, al ser personas ciegas, aporta otra forma de ver y otra forma de hacer teatro.

Pese a que los actores son amateur, la calidad de sus obras es profesional. ¿Cuesta más que se considere actor profesional a una persona con discapacidad?

La única diferencia entre amateur o profesional es que los actores profesionales cobran y los amateur, no. Pero eso no quiere decir que no sea un teatro hecho con calidad, ilusión, rigor y profesionalidad. Por eso al público le aporta otra forma de ver, otra forma de hacer teatro y, si es o no profesional, no importa. Lo que sí importa es que el teatro tenga calidad y te emocione.

En este sentido, ¿la Bienal de Teatro de la ONCE supone una oportunidad para dar a conocer el trabajo de estos actores y sensibilizar al público?

“La cultura pasa por dificultades muy importantes, pero la ONCE sigue apoyando que las personas ciegas puedan hacer teatro”

Tiene varios objetivos. Por una parte, mostrar lo que son capaces de hacer las personas con discapacidad visual. Por otra parte, sensibilizar a la población en que las personas son capaces de hacer sus propias creaciones artísticas, que el teatro es para todos. Tenemos un programa de audiodescripción para que los espectadores que son ciegos estén en igualdad de condiciones con los espectadores videntes porque, gracias a este sistema, a través de unos auriculares, a la persona ciega le explicamos qué está sucediendo en el escenario y lo que no ve por falta de visión: cómo es la escenografía, cómo es el vestuario, cómo son los gestos de los actores o de las actrices cuando entran o salen al escenario antes de hablar… Y también queremos decirle a la gente que esa solidaridad que tiene con nosotros, comprando nuestros juegos de azar, sirve en este caso para que las personas ciegas puedan hacer teatro, para prestar toda esa cantidad de servicios sociales que presta la ONCE.

¿Cómo se selecciona a los grupos que toman parte en la Bienal?

Convocamos la Bienal y los grupos presentaron el proyecto de su montaje, la obra completamente terminada y el DVD con la obra en una representación. Una comisión evaluadora formada por expertos en teatro, donde Esteve Ferrer es el director artístico y de la que formo parte, seleccionamos los ocho mejores montajes que, en este caso, han sido de Coruña, Orense, Madrid, Barcelona, Cádiz, Albacete, San Sebastián y Palma de Mallorca.

¿Cada vez son más las personas con discapacidad que hacen cultura?

Las personas con discapacidad visual, tengo claro que sí. La cultura está pasando por dificultades muy importantes porque los recortes a lo primero que han afectado ha sido a la cultura, pero la ONCE sigue apoyando que las personas ciegas puedan seguir haciendo teatro y, aunque en esta Bienal tenemos menos grupos y menos días que otros años, seguimos apoyando el teatro y que la gente pueda disfrutar, crear su teatro y ocupar su tiempo libre.

¿Es accesible la cultura o todavía está muy pensada para la población sin discapacidad?

El objetivo final es que todo sea accesible e igual para todo el mundo y hemos avanzado mucho en los últimos años, pero queda mucho por hacer. Hay una mayor sensibilización para que la cultura sea para todos, ciegos y videntes, pero no es suficiente. Que los espacios culturales sean para todos los públicos enriquece. En eso ganamos todos.

¿Cómo ayuda la ONCE a mejorar la accesibilidad cultural?

“Hemos conseguido la norma ISO para que los medicamentos vengan rotulados en braille y en el supermercado, cada vez hay más productos igual”

Sensibiliza a la población y a las instituciones públicas y privadas de que hay que hacer cultura para todo el mundo. Fomenta la información y el asesoramiento para que todas las instituciones y toda la gente interesada pueda hacer que sea accesible. Hace mucha información en braille y ayuda a que cada vez más haya más rotulado en braille. Hemos conseguido la norma ISO para que los medicamentos vengan rotulados en braille y en el supermercado, cada vez más productos están también rotulados en braille para conocer en su casa, por ejemplo, cómo es una lata de mejillones o cómo es una lata de atún porque al tacto son exactamente iguales. Cada vez hay más folletos en braille, los programas del teatro, las cartas de los restaurantes, etc. Y trabajamos para que la información de los municipios y de los espacios culturales sea en braille, como ya lo es el voto accesible para personas ciegas en elecciones, que pueden saber por sí mismos cuál es su opción de partido, sin que se lo tenga que decir una persona que ve.

¿Qué puede hacer una persona con discapacidad interesada en participar en las representaciones de teatro o en otras actividades culturales? ¿Qué propuestas tiene la ONCE para ellas?

En todos nuestros centros hay una programación. En cualquier delegación de la ONCE tienen información y les pueden contar cada una de las actividades que hacemos. Pero también estamos utilizando ahora tanto las redes sociales, como el correo electrónico y la información a través de la web de la ONCE. Y el Club del Afiliado también es para uso exclusivo de las personas ciegas, que con su clave de afiliadas pueden entrar y enterarse de todas las actividades que organiza la ONCE, incluidos los grupos de teatro y todos los talleres.

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