Mayor calidad y seguridad alimentarias

Nuevas normas sobre calidad y seguridad alimentarias suponen un apoyo a los esfuerzos de producción de alimentos en todo el mundo
Por Natàlia Gimferrer Morató 13 de febrero de 2013
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Imagen: istolethetv

La norma IFS (International Food Standard) es un modelo de calidad, es decir, una herramienta que permite evaluar la calidad y la seguridad alimentaria tanto de los productos como de los procedimientos de la industria alimentaria. Las empresas de distribución alemanas y francesas establecieron en 2003 unos requisitos para la gestión de la calidad en la industria alimentaria, lo que dio como resultado la normativa IFS. A día de hoy, otros países como Austria, Bélgica, Holanda, Polonia e Italia apuestan de forma clara por este modelo para gestionar la calidad de sus industrias alimentarias. La última actualización entró en vigor el pasado 1 de julio y se aplica cuando hay posibilidad de contaminación de un producto durante el proceso de envasado primario y, por tanto, puede aplicarse a todas las empresas alimentarias. Las principales novedades, detalladas a continuación, pasan por un aumento de los controles.

La International Food Standard (IFS) establece un sistema de evaluación común de acuerdo con la legislación vigente dentro del ámbito alimentario. Es también una diferencia competitiva en el mercado, ya que es una certificación voluntaria y orientada a la calidad y a la seguridad alimentaria. Su aprobación es el resultado de una buena transparencia a lo largo de toda la cadena de suministro. La versión 6 de la norma, la última actualizada, nace con la participación activa de distribuidores, entidades de certificación, industrias alimentarias y empresas de servicios alimentarios de todo el mundo. Supone un apoyo a los esfuerzos de producción en cuanto a la seguridad y a la calidad de cada marca alimentaria. La norma IFS, aplicable a minoristas y mayoristas, permite conciliar la seguridad alimentaria y el control de la calidad y pretende facilitar una herramienta de gestión orientada a la protección del consumidor y al cumplimiento de las obligaciones legales.

Más y mejores controles

Los cambios más destacados respecto a la versión 5 de la norma son diversos y responden a varios motivos. Los principales para la revisión son mejorar la formulación de los requisitos y las reglas de duración de las auditorías. Si se analiza por partes, en el primer bloque destacan los siguientes:

  • Una mejora de la comprensión de los informes y de los certificados de la norma en todo el mundo, ya que se obliga a traducir al inglés varios aspectos del informe de auditoría, en el plan de acciones y en el certificado.

  • Se modifica también el sistema de puntuación para identificar y valorar a las empresas que lleven a cabo mejores prácticas.

  • Se establece un nuevo instrumento para el cálculo de la duración de la auditoría basado en el número de alcance de productos, empleados y alcances tecnológicos. Es de utilización obligatoria en todas las entidades de certificación y disponible en la página web de IFS.

  • Se modifica el número de puntos otorgados con el calificativo «D», el de peor valoración. De este modo, se pretende propiciar la mejora continuada.

En el segundo bloque figuran las novedades en la estructura:

  • Se crean requisitos adicionales vinculados a la calidad de los productos, como los análisis nutricionales, el control del peso y el etiquetado, o a la comunicación interactiva con el cliente.

  • Se mantienen los diez requisitos catalogados como KO. Si no se cumplen estos requisitos, no se puede obtener el certificado IFS.

  • El capítulo 6 «food defense» pasa a ser obligatorio. Son requisitos específicos relacionados con la seguridad y con las medidas de seguridad ante posibles intentos deliberados de contaminación.

  • Se incluye un nuevo capítulo para los productos elaborados por terceros.

  • Se obliga a conservar los registros durante un año, por lo menos, después del fin de la vida comercial.

  • En cuanto al sistema APPCC, deberá revisarse cada vez que se realice un cambio que pueda afectar a la seguridad de los productos.

En el tercer bloque se hace énfasis en la formación de los auditores. La nueva versión señala que estos estarán cualificados para los productos y para los sectores tecnológicos específicos. También aumenta el nivel de peritaje de los auditores sobre los productos y los procedimientos. De nuevo, la norma establece unas auditorías de calidad con un valor añadido.

OBJETIVOS Y VENTAJAS DE LA NORMA IFS

La norma IFS se establece como un sistema común de evaluación a través del cual se pretende asegurar una mayor calidad y seguridad alimentaria, así como reducir costes y tiempo a fabricantes y distribuidores. Las principales ventajas se resumen en:

  • Excelencia de la calidad, la seguridad alimentaria y la satisfacción del cliente por parte de las empresas que se certifican.

  • Se asegura el cumplimiento de la legislación.

  • Proporciona a los clientes una visión panorámica de las fortalezas y debilidades de los proveedores.

  • Permite poner en evidencia eventuales amenazas para la empresa, así como potenciales oportunidades de mejora.

  • Favorece el acceso a nuevos mercados, gracias a su incremento en la calidad y al cumplimiento de requisitos de muchos de los grandes distribuidores.

  • Mejora la reputación empresarial como proveedor de productos de elevada calidad y seguros.

  • La norma IFS es compatible con otras certificaciones, como BRC o ISO 22000.

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