Cómo un humilde repollo puede ponérselo difícil al cáncer

Científicos han descubierto por qué algunos vegetales como el repollo, el brócoli y la kale pueden reducir el riesgo de padecer cáncer de colon
Por Eva San Martín 30 de septiembre de 2018

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La cifra de afectados por cáncer, por desgracia, no para de aumentar. En España, en el año 2020, más de 246.000 personas serán diagnosticadas de cáncer, estima la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Contra algunos detonantes del proceso no podemos protegernos, como es el caso de las alteraciones genéticas, que son hereditarias. Pero en otros casos, sí podemos protegernos mejor contra esta enfermedad. En este caso abordamos cómo pueden ayudarnos determinados vegetales.

Olvídese de las pseudoterapias. Como recuerda el Instituto de Investigación sobre el Cáncer de Reino Unido, dos de cada cinco casos de cáncer podría evitarse siguiendo una vida saludable. Nada ni nadie puede garantizar el riesgo cero. Pero la col, el repollo y el brócoli han probado su eficacia en ponérselo difícil a la enfermedad.

Coles y repollos liberan un compuesto llamado indole-3-carbinol que puede ayudar a proteger a las células contra el cáncer

Según un estudio reciente del Francis Crick Institute (Reino Unido), alimentos como las coles de Bruselas, el repollo, la kale (o col rizada), la coliflor o el nabo aportan una protección extra contra el cáncer de colon. Y es un hallazgo muy interesante, pues, de acuerdo con los datos publicados por la REDECAN (Red Española de Registros de Cáncer), el tipo de cáncer más frecuentemente diagnosticado en nuestro país es el de colon y recto.

Así es como la col le ayuda a protegerse contra el cáncer

Los alimentos crucíferos son vegetales del género Brassica, que incluye brócoli, col, coliflor, repollo, col rizada (kale) y col de Bruselas. Aunque los beneficios de las coles son conocidos, el motivo de sus bondades no lo ha sido tanto. Hasta ahora.

El equipo de científicos británico citado ha dado con la clave y afirma haber encontrado los componentes que estos vegetales producen cuando el estómago los digiere y que tienen la capacidad de dificultar el desarrollo de cáncer. En concreto, se han centrado en sus efectos beneficiosos para prevenir el cáncer de colon.

Resulta que, al igual que ocurre con la piel, la superficie del aparato digestivo está en constante renovación, un proceso que puede durar entre cuatro y cinco días. Pero esta regeneración también implica algunos peligros: durante este periodo es más fácil que un agente cancerígeno se adhiera y que con el tiempo provoque un cáncer de colon. Los científicos, que han publicado su trabajo en la revista Immunity, han demostrado que los compuestos naturales contenidos en los vegetales crucíferos son esenciales para proteger al aparato digestivo y ayudar así a prevenir así el cáncer.

No los cocine demasiado y mastique bien los vegetales

Uno de los compuestos más importantes de las coles que se lo ponen complicado al cáncer es un nutriente llamado indole-3-carbinol, que se libera de forma natural cuando se mastica un ramillete de coliflor o una hoja de kale cruda. Este compuesto, además, es más efectivo cuanto más crudo esté. «Si quiere obtener la máxima protección, asegúrese de que no cocinar demasiado estos vegetales», dice la doctora Gitta Stockinger, directora del estudio.

Pero aquí no acaba la tarea del indole-3-carbinol. Los ácidos del estómago también se encargan de modificar su composición química a medida que la col o el repollo siguen su viaje por el aparato digestivo. Pero resulta que es en el intestino donde este compuesto puede cambiar el funcionamiento de las células. Según señala la investigadora, es aquí donde el indole-3-carbinol puede ayudar a regenerar el revestimiento del aparato digestivo, así como de las células protectoras que previenen la inflamación del intestino. Así, puede contribuir a bloquear el daño o impacto de los agentes carcinógenos. Unas propiedades, que reconocen los expertos, se conservan mejor cuanto menos cocinado esté el vegetal.

El trabajo científico sugiere que no solo es el alto contenido en fibra de estos vegetales lo que puede servir para protegerse contra el cáncer de colon, sino que también lo pueden hacer los nutrientes de estas plantas. «Aunque comer no cura el cáncer -asegura la oncóloga Paula Jiménez-Fonseca- sí puede ayudar a prevenir su aparición con la práctica de un estilo de vida saludable». Y esto puede incluir comer más verduras, como coles, repollos y brócoli.

8 maneras de ponérselo difícil al cáncer

El Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer coincide con las recomendación de consumir más verdura, entre ellas, las coles y los repollos, para prevenir la enfermedad. Y resume en su tercer informe de expertos (que acaba de publicar) cómo la alimentación y la actividad física pueden influir en los procesos biológicos que sustentan el desarrollo de cáncer.

No obstante, estos expertos recuerdan que hay que contemplar las recomendaciones «anticáncer» como un todo, que tiene utilidad cuando se siguen dentro de un estilo de vida saludable, donde todas las partes suman. Estos son sus consejos:

  • Verduras, frutas, legumbres y cereales integrales deben ser parte importante de su dieta.
  • Reduzca los alimentos procesados ricos en grasas, almidón o en azúcares.
  • Coma menos carne roja y procesados cárnicos (si se pueden eliminar, mejor).
  • Mantenga un peso saludable.
  • Lleve una vida físicamente activa: camine más y permanezca sentado menos tiempo.
  • Tome menos bebidas azucaradas: opte por el agua.
  • Limite el consumo de bebidas alcohólicas.
  • Si puede, practique la lactancia materna: es buena para ambos.

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