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El gusano de la harina no es el único insecto que se puede vender como alimento humano en España. También está autorizada la comercialización de otras especies: el grillo doméstico (Acheta domesticus), las larvas del escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus) y la langosta migratoria (Locusta migratoria). Todos ellos pueden venderse tanto enteros como en polvo, y también pueden formar parte de otros productos que los utilicen como ingredientes.
¿Cómo puedo saber si un alimento contiene harina de gusano?
La información al consumidor es obligatoria en la Unión Europea. Si estos insectos están incluidos en un producto alimenticio, deben figurar de manera explícita y clara en la lista de ingredientes. Así, cuando escojamos un alimento envasado que contenga esta larva, leeremos entre sus ingredientes algo como «Polvo de larvas de Tenebrio molitor (gusano de la harina)» o «Polvo tratado con radiación ultravioleta de larvas de Tenebrio molitor (gusano de la harina)».
¿Qué es ese tratamiento con radiación ultravioleta?
La radiación ultravioleta es una técnica de desinfección alimentaria. La luz ultravioleta resulta muy eficaz para eliminar y destruir microorganismos patógenos como bacterias, virus y hongos. Y tampoco es una técnica novedosa: se emplea desde hace muchos años. La novedad es que en enero de este año se ha autorizado específicamente la venta de polvo de Tenebrio molitor tratado con radiación ultravioleta como nuevo alimento.
¿El gusano de la harina puede causar alergias?
Sí. El gusano de la harina (Tenebrio molitor) es un alimento muy rico en proteínas, y muchas alergias alimentarias están relacionadas con este macronutriente. Además, las personas que son alérgicas a los crustáceos, los moluscos y los ácaros del polvo también pueden serlo a estos insectos cuando se emplean como ingredientes en los alimentos.

Por esta razón, el etiquetado del envase debe incluir también una declaración sobre la posible alergenicidad del ingrediente (debe aparecer destacado, conforme lo exige la legislación). Tengamos alergias o no, es imprescindible leer siempre el etiquetado de los productos envasados. No solo para saber si contienen insectos o no, sino para conocer cuáles son todos sus ingredientes y su perfil nutricional.
¿Tiene algún beneficio comer estos insectos?
Los insectos, incluido el gusano de la harina, son muy interesantes desde el punto de vista nutricional. Según afirma la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), algunos aportan la mitad de su peso en proteínas de alto valor biológico, además de vitaminas, minerales, grasas y agua.
Tenebrio molitor no es la excepción. Según detallan los investigadores y autores del libro ‘Unconventional Oilseeds and New Oil Sources: Chemistry and Analysis’ (Semillas oleaginosas no convencionales y nuevas fuentes de aceite: química y análisis), publicado en 2017, la larva viva está compuesta por un 62 % de agua, un 20 % de proteína, un 13 % de grasa y un 2 % de fibra. Las larvas secas, en cambio, se componen aproximadamente de un 53 % de proteína, un 28 % de grasa, un 6 % de fibra y un 5 % de agua.
Lo de “aproximadamente” tiene una explicación: detallar la composición de los productos alimenticios derivados de insectos no resulta sencillo porque los insectos son organismos complejos. Como apunta la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), “las formulaciones de insectos pueden tener un alto contenido de proteínas, aunque los niveles verdaderos de proteínas pueden sobreestimarse cuando está presente la quitina, un componente principal del exoesqueleto de los insectos”.

👉 Un ingrediente seguro y visible
En cualquier caso, el gusano de la harina y los demás insectos autorizados para consumo humano en Europa son seguros, interesantes desde el punto de vista nutricional y sostenibles desde una perspectiva medioambiental. En conjunto, constituyen una alternativa alimentaria más, que se suma a la amplia oferta de nuestro entorno. Y, al igual que el resto de productos alimenticios que se comercializan en la Unión Europea, ha de estar debidamente identificada para los consumidores.


