Bruselas establece nuevos etiquetados para patés, salchichas y conservas cárnicas

El consumidor podrá diferenciar la carne de sus derivados
Por EROSKI Consumer 7 de enero de 2003

Los países de la Unión Europea (UE) deberán incorporar a su legislación la nueva directiva europea sobre Etiquetado y Presentación de Productos Cárnicos, que distinguirá entre la carne y los derivados utilizados en productos como salchichas, patés o conservas. Con la nueva directiva, que deberá adoptarse antes de julio próximo, el consumidor podrá diferenciar con claridad los productos que se componen únicamente de carne, entendida ésta como puro músculo animal, de aquellos que se componen de desechos, materias grasas y otros derivados cárnicos.

La nueva normativa europea de etiquetado afectará fundamentalmente a las salchichas, patés, carnes asadas, platos cocinados y conservas de carne. Asimismo, se aplicará a los productos que contengan carne, excluyendo las carnes no transformadas. El comisario europeo de Salud y Protección al Consumidor, David Byrne, declaró que su prioridad «es permitir a los consumidores poder elegir con pleno conocimiento de causa, y un etiquetado preciso y claro es un instrumento esencial de información sobre los alimentos que se van a consumir».

La nueva directiva prevé una indicación rigurosa del origen de la carne para que el consumidor sepa con seguridad si lo que consume es bovino, porcino, aves o carne de otro tipo. Esta información es considerada capital por la directiva, ya que con ella los ciudadanos «podrán comprender mejor las diferencias de precio entre los productos y elegir en función de sus preferencias».

La nueva directiva coexistirá hasta el 20 de junio con la antigua, para dar un margen de adaptación al sector afectado por las nuevas exigencias. Hasta entonces, los productos fabricados según las antiguas normas compartirán espacio en los establecimientos de la Unión Europea.

Sin embargo, los productos etiquetados antes de que acabe el próximo mes de junio, podrán ser vendidos hasta que se agoten las existencias almacenadas.

Entre los efectos de la nueva directiva, destaca la nueva definición de la carne, considerada como el músculo que recubre el esqueleto. Asimismo, la directiva obliga a que otras partes del animal que suelen consumirse, como grasas y productos de casquería, deberán etiquetarse como tales y no como «carne».

La nueva normativa sí reconoce como carne la grasa propia de los músculos siempre que respete los límites máximos previstos en la definición de la misma.

Respecto al bovino, las carnes separadas mecánicamente han sido totalmente excluidas en vista del riesgo de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EBB, o enfermedad de las «vacas locas»).

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