Empieza la nueva temporada de caza

Lo que empezó por supervivencia, en el hombre se ha convertido en una afición que alimenta
Por EROSKI Consumer 7 de septiembre de 2006

En estas fechas -después de haber respetado los periodos estipulados de cría- comienza la temporada de la codorniz, primera especie del calendario de caza. En octubre se dará paso a la apertura de la caza mayor (ciervo, jabalí, corzo, etc.) y de la caza menor (liebre, conejo, zorro, perdiz, faisán, paloma torcaz, etc.), temporada que llega hasta el mes de enero.

Lo cierto es que este deporte en los últimos años ha sufrido un descenso alarmante en cuanto al número de las especies, causadas principalmente por: alta mortalidad de las crías -por temporadas de sequía, escasez de alimentos, etc-, cazadores que no respetan la normativa de los cotos -zonas prohibidas, periodos de cierre de veda, técnicas de caza ilegales, cupo máximo de presas, etc.-, disminución de la migración hacia zonas cálidas en invierno debido al cambio climático, etc. Todos estos factores han hecho necesario que haya que repoblar los cotos con animales criados en granjas, lo cual hace que las posibilidades de supervivencia de estas especies sea baja, ya que no están acostumbrados a su hábitat natural.

La caza no es solo deporte

Esta afición deportiva está muy extendida sobre todo en zonas rurales. La caza es mucho más que un deporte ya que combina: el paseo por un entorno natural, el poner a prueba las habilidades y reflejos del aficionado, la competitividad, la relación de complicidad entre quien caza y su perro, etc. Esto sin hablar de que el deporte de la caza es un verdadero acto social lleno de aventuras para contar.

Bien equipado

Es importante elegir ropa adecuada de acuerdo a la estación y sobre todo un buen calzado que proteja los tobillos de las posibles lesiones causadas por los terrenos irregulares. Asimismo no se debe olvidar el uso de gorras y gorros para defenderse del frío o del calor para proteger los ojos del sol.

Es muy recomendable llevar algún alimento fácil de transportar y siempre a mano: fruta o frutos secos, para evitar hipoglucemias -bajadas de azúcar en sangre- y agua o alguna bebida isotónica, sobre todo cuando el ejercicio es extenuante o prolongado.

No olvidar el desayuno

El desayuno es fundamental para romper el periodo de ayuno de la noche y comenzar el día con la energía suficiente para afrontar la jornada con el máximo rendimiento. Además está comprobado que esta toma mejora la capacidad de concentración, algo sumamente importante cuando se tiene en las manos un arma de fuego. Un buen desayuno puede ser: café con leche, bizcocho de moras y fruta fresca.

Mucho más que un almuerzo consistente

Durante la jornada la toma que cobra más importancia es el almuerzo. Se puede comer en el campo -llevando cada uno algo de comida que se comparte con todos- o bien otra práctica común es ir a un local o establecimiento -bar, restaurante, cafetería, etc.- para mayor comodidad y disfrute.

Es frecuente que se tomen alimentos de alta densidad energética como: embutidos, alimentos enlatados, frituras, etc., ya que estos días implican levantarse muy temprano y desde el momento del desayuno pasan muchas horas hasta la comida.

Durante las comidas todos los comensales tienen historias que contar. Hay un dicho que dice que el cazador mata a su presa dos veces, cuando le da muerte y cuando la cuenta. Estas historias se narran con todo lujo de detalles y una buena dosis de imaginación -le disparé a 30 metros, cuando en realidad serían 15-, pero sobre todo cargadas de buen humor, lo que hace que se coma despacio, disfrutando de los alimentos y compartiendo las vivencias de su afición.

Almuerzos tradicionales

En un establecimiento: Espárragos con atún y salsa cremosa de zanahoria, Huevos rotos con chistorra y patatas y café con helado de nata.

En el campo: Bocadillo de sardinas con tomate. Zumo de frutas. Plátano.

Un deporte que alimenta

En el caso de que la puntería afinara y se haya cazado alguna presa no se debe transportar en bolsa de plástico porque la carne suda y fermenta. Hay que respetar los periodos de maduración de cada pieza antes de quitarle la piel o las plumas, pero siempre eviscerarla cuanto antes. Hay carnes como el jabalí o el venado que requieren una inspección veterinaria antes de su consumo para prevenir enfermedades como la triquinosis -enfermedad causada por las larvas del parásito Trichinella spiralis-.

Es habitual que se organicen cenas o comidas para disfrutar en compañía del sabor de suculentos platos de caza como pueden ser:

Codornices encebolladas con frutas secas y vino dulce

Conejo al tomillo

Estofado de jabalí

Perdiz a la toledana

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