Dictamen de escolarización, cuándo es necesario

Los alumnos con necesidades educativas especiales necesitan presentar un dictamen de escolarización que indique la modalidad educativa y los recursos que requieren
Por Azucena García 21 de octubre de 2012
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Imagen: OregonDOT

El dictamen de escolarización es un documento que recoge las capacidades de los alumnos con necesidades educativas especiales. En él se detallan los requerimientos de cada uno, con el fin de garantizar un proceso de enseñanza óptimo. Su objetivo es definir la modalidad educativa adecuada para el estudiante, los recursos y apoyos personales que se le prestarán. A continuación se explica cuándo es necesario el dictamen de escolarización, cómo se realiza la evaluación del alumnado y el papel de padres y profesores.

Cuándo es necesario el dictamen de escolarización

El dictamen de escolarización se realiza por motivos de discapacidad, trastorno de conducta u otros

El dictamen de escolarización recoge las capacidades de los alumnos con necesidades educativas especiales para determinar la modalidad de escolarización que requieren. Esta puede deberse a condiciones permanentes o temporales, ya estén motivadas por una discapacidad, un trastorno de conducta u otra razón. En él se incluyen dos aspectos fundamentales: las necesidades del alumno y las medidas para afrontarlas, relativas a la escolarización, la adaptación del currículo y el empleo de materiales y recursos didácticos específicos.

El modelo de dictamen de escolarización de la Comunidad de Madrid recoge como causas de este: retraso mental; trastornos generalizados del desarrollo, trastorno disocial, hiperactividad con déficit de atención o del desarrollo del lenguaje; pérdida o desviación significativa de la vista y las funciones relacionadas, de las funciones auditivas y vestibulares, de las funciones neuromusculoesqueléticas y relacionadas con el movimiento; plurideficiencias motivadas por un retraso mental; y retraso madurativo en la etapa de educación infantil. También se puede valorar el nivel de autonomía personal y de movilidad, así como en la alimentación y en el control de esfínteres.

Este informe tiene en cuenta las capacidades personales del alumno, pero también otros factores «de orden, cultural, escolar, social y familiar que inciden favorable o desfavorablemente en su enseñanza y en su aprendizaje». Cada comunidad autónoma regula este documento desde los organismos competentes de Educación. Así se establecen unas pautas comunes para todos los alumnos de un mismo territorio.

Cómo se realiza la evaluación de los alumnos

El informe que da pie al dictamen se denomina evaluación psicopedagógica y lo realiza un grupo experto, que aconseja la propuesta educativa adecuada a cada estudiante. Este equipo recomienda las adaptaciones del currículo ajustadas a cada alumno, así como los recursos materiales y los apoyos personales que les ayudarán a afrontar con éxito los estudios. Por su parte, los padres acreditan las circunstancias del estudiante mediante el diagnóstico médico y el certificado de discapacidad, si fuera el caso.

El dictamen de escolarización se puede realizar al inicio del curso o durante el mismo, si las circunstancias del alumno varían

Este paso es fundamental, puesto que el equipo que evalúa al estudiante ha de conocer muy bien sus capacidades. El dictamen no siempre es un paso previo a la matrícula del alumno, pero sí lo es a la intervención educativa. Se realiza una vez que el alumno con necesidades solicita la admisión en un centro, al comienzo del curso o bien cuando se detectan en él necesidades educativas especiales o las circunstancias varían con respecto al inicio.

A partir de estos datos, se hace una propuesta de escolarización. Esta puede gestionarse en un colegio ordinario con atención educativa de apoyo, un centro ordinario de escolarización preferente, un centro de educación especial o un programa de cualificación profesional inicial.

Papel de padres y profesores en el dictamen de escolarización

Los padres tienen un papel en el dictamen de escolarización. Este pasa, sobre todo, por la firma del documento para dar su consentimiento al contenido del mismo y a las medidas que se tomarán en el centro para atender al alumno. Han de mostrar su acuerdo o desacuerdo con la decisión del equipo que evalúa a su hijo y, en el segundo caso, explicar el motivo por el que piensan así.

Por su parte, el profesorado tiene acceso al contenido, puesto que en él se les dan pautas para la enseñanza de los alumnos en cuestión y ellos también pueden aportar su visión del estudiante en el aula, su progreso y necesidades detectadas.

Ambos, padres y profesores, tienen además una opción común: pedir que se revise el dictamen con carácter extraordinario cuando consideren que las circunstancias del estudiante han cambiado. El dictamen se revisa de manera ordinaria al final de cada etapa educativa, pero es posible solicitar una revisión cuando la situación del alumno varíe de manera significativa, según regulan las normativas autonómicas.

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