Catalizadores al servicio del medio ambiente

Cada vez más eficaces, reducen la cantidad de emisiones tóxicas de los vehículos, aunque no son la panacea al problema de la contaminación urbana
Por Alex Fernández Muerza 20 de octubre de 2006

Las variaciones de temperatura del motor de los automóviles y ciertos componentes nocivos de las gasolinas hacen necesario el tratamiento de los gases de escape por medio de un catalizador. Este dispositivo lleva unas pequeñas bolitas recubiertas de metal (paladio o platino) que actúan como sustancias catalizadoras. De esta forma, las reacciones químicas resultantes consiguen finalmente la emisión de residuos no tóxicos como anhídrido carbónico (CO2) y vapor de agua (Responsables no obstante del efecto invernadero).

Por ello, la incorporación de este tipo de mejoras puede contribuir a disminuir el problema de la contaminación. En este sentido, el Real Automóvil Club de España (RACE) destaca por ejemplo los avances producidos con el catalizador DeNOx, que añadido al catalizador normal de cualquier coche de gasolina, es capaz de retener los óxidos de nitrógeno (NOx). Según los fabricantes de automóviles, este dispositivo especial no requiere de mantenimiento y dura toda la vida del coche.

Las instituciones públicas son cada vez más conscientes de la necesidad de incentivar este tipo de tecnologías
Las instituciones públicas son cada vez más conscientes de la necesidad de incentivar este tipo de tecnologías y fomentar las ayudas a la compra de vehículos nuevos más ecológicos. Los catalizadores sólo son operativos si funcionan con gasolina sin plomo, porque de lo contrario las bolitas se recubren de este metal y dejan de funcionar correctamente. En España se prohibía la utilización de gasolina con plomo en 2001, tras aplicar la Directiva europea correspondiente, y se ponía en marcha el Plan Prever, vigente hasta finales de 2006, para subvencionar la sustitución de los coches antiguos.

Por otra parte, los responsables medioambientales comunitarios obligarán, a partir de 2009, el uso de combustibles de «azufre cero», que llevan menos de 10 miligramos de azufre por kilo. De esta manera, se mejorará la efectividad de los catalizadores y se reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente CO2, tanto de los coches nuevos como de los antiguos.

Asimismo, a principios de año el Ministerio de Medio Ambiente sugería una posible subida de los impuestos a los coches diesel y los todoterrenos, dos de los mayores causantes en la actualidad del aumento de las emisiones contaminantes, según los responsables ministeriales. Sin embargo, algunos expertos subrayan que los vehículos diesel casi no emiten monóxido de carbono y que, si bien es cierto que producen más partículas sólidas, hay filtros que las eliminan. En cualquier caso, habría que conseguir más bien, como en otros países, que se suministrara un gasóleo más limpio. En cuanto a los todoterrenos, recuerdan, no son los únicos vehículos pesados y de gran consumo que se pueden encontrar en el mercado.

A pesar de que el uso de los catalizadores se ha generalizado, así como la mejora de las prestaciones de los automóviles a favor del medio ambiente, los niveles de contaminación urbana se han incrementado en los últimos años. Un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) recalca que el aumento del consumo energético está neutralizando los avances positivos de la tecnología, por lo que propone la necesidad de sistemas de I+D que mejoren la eficiencia energética.

Según Ecologistas en Acción, esta aparente contradicción se ha debido al aumento del tráfico y del número de vehículos, por lo que consideran que más que avances técnicos hacen falta medidas estructurales, especialmente la reducción del uso de vehículos privados. Asimismo, añaden, los catalizadores tampoco son la panacea: Para funcionar a pleno rendimiento, necesitan un mínimo de distancia recorrida, algo que no se produce en la gran mayoría de los traslados urbanos. El colectivo ecologista también recuerda la escasa utilización de catalizadores trifásicos, más eficientes pero también más caros.

Nuevas tecnologías, biodiesel y ¿un Hummer ecológico?

La preocupación por el medio ambiente, el ahorro de costes y el cumplimiento de la norma europea están propiciando el desarrollo de diversas investigaciones. Por ejemplo, un equipo de científicos del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC trabaja en la regeneración de los catalizadores y el abaratamiento de los costes de producción del biodiesel.

En Estados Unidos, el apoyo a las nuevas tecnologías es enorme, en la creencia de que resultan fundamentales en la solución del problema de la contaminación. Por ello, no es de extrañar que General Motors (GM) anunciara recientemente el diseño del “Hummer O2”, que recicla buena parte del CO2 transformándolo en O2, gracias a unos paneles hechos a partir de algas. El Hummer, cada vez más de moda en EEUU, está considerado el todoterreno más contaminante del mundo por sus altos consumos y emisiones.

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