Mantente activo en Navidad: ocho consejos saludables para las fiestas

Durante las Navidades es muy fácil dejarse llevar por los excesos, olvidarse del ejercicio y no disfrutar de esta época
Por Montse Arboix 18 de diciembre de 2015
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Imagen: monkeybusiness

Se acercan las vacaciones navideñas. El habitual ajetreo de estos días, sumado a las reuniones familiares, llevan a comer y beber en exceso, dormir poco y dejar al margen cualquier actividad física. Sin embargo, las Navidades pueden ser mucho más que todo esto, si se aprovecha para descansar, disfrutar de la familia y de los amigos, de compartir momentos de alegría, de ocio o de actividades que el ritmo de vida hacen casi imposible el resto del año. En este artículo se aportan ocho consejos para disfrutar de la Navidad de forma saludable ¡y activa!

En Navidad es fácil olvidar las rutinas saludables mantenidas durante todo el año. Lo más habitual es que uno se deje llevar por el trajín que suponen estas fiestas, sin ser demasiado consciente: comer, beber y fumar más de lo acostumbrado, trasnochar, dejar de lado la práctica de actividad física, no descansar lo suficiente, ir de un lado para otro y sucumbir ante el estrés. Y todo ello acaba pasando factura, en menor o mayor medida. Pero no solo tiene consecuencias en la figura, sino que también en la salud física y psíquica.

Ocho consejos para una Navidad saludable

Para disfrutar y sacar partido a las fiestas de Navidad, solo hace falta poner en práctica unas sencillas recomendaciones:

  • 1. Seguir siendo activo, fundamental para el control de peso y para mantener a raya los factores de riesgo asociados al sedentarismo. Aunque el ejercicio físico, adecuado a la edad y a la condición de cada uno, debe realizarse de manera regular, después de una comilona navideña no solo ayuda a quemar las calorías de más, sino también a controlar el estrés y conseguir un descanso reparador. El ocio en familia, en forma de paseo, de encuentro deportivo o de cualquier otra actividad en el exterior, es importante para fomentar la unión y la comunicación entre sus miembros y puede convertirse en un momento de gran disfrute. A los niños, el contacto con la naturaleza los ayuda a desarrollar sentimientos más positivos y a estar relajados.
  • 2. Descansar y relajarse. También en Navidades hay que tener cuidado con no sucumbir a los nervios y el estrés que provocan organizar los banquetes, los regalos, los gastos, los cambios de rutinas, las vacaciones de los niños, y las mil y una obligaciones que el ritmo de vida y la sociedad consumista impone. Es más fácil si todas estas tareas se comparten con otros miembros de la familia; ya el mismo hecho de cooperar fomenta el apego familiar. Y tampoco hay que intentar llegar a todo: es fundamental priorizar entre todas las demandas que implican las fiestas, adecuarse al nivel económico de cada uno y racionalizar los obsequios. Aprovechar también estos días para realizar actividades que el resto del año es más complicado llevar a término por los horarios laborales: desde una visita cultural de temática navideña, a pasar una tarde haciendo manualidades o disfrutando de los juegos de mesa en familia, porque… ¿quién no recuerda largas tardes de invierno jugando al parchís o a la oca?
  • 3. Tener una actitud positiva ante la vida. Aunque este consejo es extensible al resto del año, para muchas personas la Navidad es el momento de descansar y buscar el sentido a la vida. Compartir pequeñas cosas con los hijos, la pareja y los amigos, y disfrutar de ello, es un paso hacia la felicidad. Y reír mucho, y mejor a carcajadas: 10 minutos de risa descontrolada ayudan a relajarse y a controlar el estrés e, incluso, algunos expertos estiman que tres minutos de risa intensa equivalen a diez minutos de ejercicio aeróbico.
  • 4. Dormir bien. Durante las fiestas es frecuente no dormir lo suficiente. El estrés, las celebraciones, el cambio de rutinas, las comidas copiosas y el incremento del consumo de alcohol y tabaco hacen que a muchas personas se les altere el ritmo del sueño. Para hacerles frente lo mejor es: mantener, en lo posible, un horario regular para acostarse y levantarse; compensar los abusos alimentarios con dietas más ligeras ricas en vegetales; evitar las bebidas excitantes (café, chocolate, té o cola); no olvidar el ejercicio físico; exponerse a la luz del día ayuda a regular la secreción de melatonina y el patrón sueño-vigilia; y acostarse en una estancia oscura, con buena ventilación y a una temperatura que oscile entre los 18 ºC y los 20 ºC. Pero lo más importante es intentar dejar fuera del dormitorio las preocupaciones.
  • 5. Comer con moderación, en poca cantidad y despacio. Lo mejor es dejar los grandes banquetes para los días de celebraciones y el resto de las jornadas seguir una dieta más liviana y sana, con aporte de verduras y fruta fresca, sin olvidarse de las infusiones que ayudan a la digestión. Comer un tentempié sano a mediodía o a media tarde contribuye a no llegar tan hambrientos al banquete. Una vez sentados en la mesa, hay que evitar comer por impulso, ser conscientes de cada bocado que se lleva a la boca y saborearlo; soltar el tenedor de vez en cuando ayuda a esta tarea. También conviene disfrutar de las tertulias en las sobremesas para pasar un buen rato, pero sin excederse con los dulces tradicionales.
  • 6. Beber con prudencia. Fiestas navideñas y alcohol van, a menudo, de la mano. La evidencia ha demostrado que, a pesar de que el consumo de alcohol concentrado en un día es muy peligroso, incluso la ingesta responsable pone en riesgo la salud. Además, hay que tener en cuenta otro aspecto muy importante: el entorno familiar es, junto al de los amigos, donde niños y adolescentes encuentran las pautas a seguir. La última encuesta nacional en este sentido señala que la edad de experimentación con el alcohol disminuye año tras año (en 2013 era de 13,9 años) y, en la actualidad, los jóvenes de 14 a 18 años, aunque beben menos que los adultos, lo hacen en grandes cantidades en cada ocasión y en su mayoría en bares, discotecas (aun siendo menores) y en el hogar, en fiestas familiares. En general, los expertos aconsejan beber cuanto menos mejor y, por supuesto, consumo cero para embarazadas, menores o si se tiene que conducir después.
  • 7. Vigilar el número de cigarrillos. Pese a que la recomendación es abandonar el tabaco en cualquier época, puede ser difícil hacerlo durante estos días. Las largas sobremesas, junto con el alcohol y las salidas nocturnas, propician que se fume mucho más. Por este motivo, el consejo básico es controlar el número de cigarros, para ser consciente de ello y, por supuesto, evitar contaminar un espacio con su humo. No hay que olvidar que el tabaco es una droga peligrosa tanto para el fumador como para los fumadores pasivos.
  • 8. Controlar el peso. Se estima que, de media, cada español gana entre 500 gramos y dos kilos de peso durante las fiestas navideñas. Por este motivo, ser comedido en los festines y no olvidarse de la actividad física es primordial para prevenir este incremento.
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