La Comisión Europea acaba de concretar, para los próximos cinco años, las medidas que se inscriben dentro del Plan de Acción para la protección y bienestar animal. A través de esta iniciativa está previsto desarrollar un Centro Europeo para la protección animal y un Laboratorio Europeo de Referencia que valide los métodos de experimentación, así como un etiquetado para promocionar los alimentos elaborados a partir de determinados estándares. Las nuevas medidas parten de la base de que un correcto tratamiento de los animales destinados al consumo humano está relacionado con una mayor calidad del producto final.
La Comisión Europea acaba de adoptar un plan de acción destinado a mejorar la protección y el bienestar de los animales durante los próximos cinco años. La iniciativa comunitaria parte de la idea de que «calidad alimentaria» implica «calidad ética» en los sistemas de producción. Este nuevo enfoque se materializa con cinco áreas específicas de acción, como son mejorar las normas mínimas de bienestar de los animales y extenderlas a nuevas especies que actualmente no tienen ninguna regulación.
La investigación ocupa también un lugar destacado dentro de este plan, ya que una de las áreas incluye impulsar la investigación en el campo del bienestar animal, proponer alternativas a los análisis en animales y crear un Centro Europeo de bienestar animal que sea punto de referencia para el intercambio de información en las investigaciones.
Dentro del sector cárnico, existen actualmente numerosos estudios que han relacionado el trato que se les da a los animales antes de sacrificarlos (incluye el transporte y la fase previa al sacrificio) con la calidad de la carne que se obtiene. La mayoría de estas investigaciones constatan que mejorar el bienestar animal permite obtener un producto de mayor calidad. Parece justificado pues que ahora la Comisión Europea haya dado un trato específico a los indicadores de estándares de bienestar con los que poder diferenciar estándares mínimos y estándares más elevados. Por último, y mediante la creación de una Plataforma de Información para el Bienestar Animal, los encargados de manejar los animales podrán intercambiar información sobre las cuestiones relacionadas con el bienestar animal.
Los cambios previstos para el periodo 2006-2010 irán de la mano de los nuevos progresos científicos que vayan surgiendo y de las exigencias de los consumidores. Se parte de la base de que la calidad de los alimentos no debe desatender unas correctas prácticas en las granjas, así como un respeto al medio ambiente. Para Markos Kyprianou, comisario de Salud y Protección del Consumidor, «la protección y bienestar de los animales es crucial, no sólo por razones éticas y morales, sino también para garantizar una mayor calidad de los alimentos».
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El plan comunitario propone un etiquetado que aporte al consumidor información sobre el modo de producción
Una de las medidas planteadas en el nuevo Plan incluye mejorar el etiquetado de los productos elaborados que respetan el bienestar animal, los sellos de calidad y la comunicación. Esta herramienta debe ayudar al consumidor a conocer la manera cómo se ha criado al ganado, sus costes y las ventajas de respetar la nueva normativa. Este etiquetado da además la posibilidad de promover productos obtenidos en la línea de criterios de bienestar.
Según los resultados de una encuesta realizada recientemente en el seno de la Unión Europea, el 74% de los consumidores creen que pueden mejorar el bienestar animal con sus opciones de compra. De todos los encuestados, la mitad reconoce que estarían dispuestos a pagar más por los productos alimentarios si ello significa que se ha cumplido con un correcto bienestar animal. Pero, a pesar de todo, la encuesta ha revelado que la mayoría de los consumidores admite tener dificultades a la hora de identificar los productos obtenidos a partir de unas correctas prácticas de producción. El nuevo etiquetado debería ir encaminado a suplantar esta deficiencia.
Varios estudios han confirmado en los últimos años que mejoras en el bienestar animal suelen traducirse generalmente en una mayor calidad del producto final. En este sentido, invertir en bienestar animal puede ayudar a los productores no sólo a responder a las inquietudes éticas de los consumidores, que cada vez se preocupan más por este tipo de temas, sino a aumentar la calidad de los productos que están en el mercado.
Esta sensibilización, no sólo hacia el bienestar animal, sino también hacia la calidad alimentaria y la producción sostenible, iría de la mano de lo que la Organización Internacional de Epizootias (OIE) viene admitiendo desde hace tiempo sobre la relación entre la sanidad y el bienestar animal. Aspectos como el espacio, la gestión, el manejo y el transporte de los animales repercute necesariamente en la calidad del producto final, según la organización.
Entre las causas más comunes de estrés en los animales está el transporte desde la granja hasta el matadero. Un grupo de expertos de Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) admitía en un estudio que el cerdo es una de las especies más sensibles a los problemas de estrés, y que durante el transporte aparecen factores, como la temperatura, la humedad, el número de animales en un mismo habitáculo, el movimiento o la duración del transporte, que afectan no sólo al bienestar del animal sino al grado de calidad de la carne.
