Principales alertas alimentarias en 2013

Los problemas más importantes detectados el año pasado fueron enfermedades transmitidas por alimentos a causa del virus de la hepatitis A en frutas o la presencia de E. coli en hamburguesas
Por Marta Chavarrías 9 de julio de 2014
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Imagen: Tekke

Cuando en Europa se denuncia un caso que supone un riesgo para la salud a través de alimentos o piensos, las autoridades sanitarias informan sobre las medidas adoptadas y los resultados de las investigaciones. Esta notificación original la recoge el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), una herramienta que da información al consumidor sobre los avisos de retirada de alimentos. Según el último informe, presentado en junio de 2014, algunos de los problemas más importantes detectados durante 2013 fueron enfermedades transmitidas por alimentos a causa del virus de la hepatitis A en bayas y fresas o la presencia de E. coli. El artículo explica cuáles fueron los principales riesgos alimentarios de 2013.

Los esfuerzos por reforzar la seguridad de los alimentos en la Unión Europea (UE) cuentan con el sistema RASFF, una herramienta cuyo objetivo es poder dar respuesta a los riesgos de seguridad alimentaria a través del intercambio de información rápida. A través del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), un consumidor de cualquier país europeo puede obtener información sobre una alerta que pueda haber con algún alimento. En el momento en el que se detecta un problema químico, físico o microbiológico en un alimento, las autoridades sanitarias se movilizan y ponen en marcha todas las herramientas de las que disponen para reducir los problemas. Los datos que recoge el RASFF están en constante evaluación. En su base, las notificaciones pueden buscarse bien por el tipo de contaminantes, materia o país de origen. También es posible conocer los controles y medidas que se han adoptado.

Rastreo y control de riesgos alimentarios en 2013

El informe anual del RASFF expone los datos sobre las notificaciones de problemas en productos alimenticios ocurridos en la UE. Los datos del documento del año 2013 indican que durante ese tiempo se registraron un total de 3.205 notificaciones originales, de las cuales fueron «alerta»; 442, «información para seguimiento»; 705 como «información para atención»; y 1.426 como «rechazo en frontera». En comparación con los datos de 2012, se produjo un descenso de un 8,8% del total de notificaciones. El estudio indica además que más del 84% de las notificaciones de las alertas alimentarias se debió a alimentos, el 8% a piensos y el 7% a materiales en contacto con los alimentos.

Como detalla el informe, los problemas más destacados en 2013 fueron:

  • Virus de hepatitis A en mezclas de frutas congeladas desde Italia.

  • Presencia de E. coli en hamburguesas congeladas desde Suecia.

  • Residuos de plaguicidas en productos de origen vegetal.

  • Reacciones adversas causadas por complementos alimentarios con ingredientes potencialmente peligrosos.

  • Detección de fraude alimentario sobre productos alimenticios adulterados con carne equina.

Estas alertas las comparten los Estados miembro de la UE, la Comisión, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), Islandia, Liechtenstein y Noruega. Todos reciben las notificaciones de manera urgente para poder actuar y responder en el menor tiempo posible. En el momento en que se detecta un riesgo para la salud humana derivado de un alimento o pienso, debe notificarse de manera inmediata a la Comisión, que difunde la información a todos los miembros de la red.

RASFF, 35 años por la seguridad alimentaria

Con el sistema RASFF se evita que muchos riesgos lleguen al consumidor

El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) se creó en la Unión Europea en 1979. Uno de los principales objetivos de su labor durante todos estos años ha sido el de crear una sinergia entre los distintos países europeos y sus autoridades sanitarias para facilitar el intercambio de información. Esta tarea ha permitido que en algunos casos se hayan evitado muchos riesgos de seguridad alimentaria antes de que hayan llegado al consumidor. Con los años, la herramienta ha ganado eficacia y se ha convertido en un potente sistema para garantizar la seguridad alimentaria en la UE.

El RASFF cuenta con una base de datos, a la que pueden acceder consumidores, operadores de empresas y autoridades de todo el mundo, para conocer la información más reciente sobre la retirada de alimentos y advertencias de salud en todos los países de la UE.

En función de la gravedad del riesgo, se diferencia entre notificaciones de alerta, de información y de rechazo en frontera. La notificación de alerta se envía cuando un material, alimento o pienso presenta un riesgo y está en el mercado, por tanto, precisa una acción rápida. La notificación de información se refiere a un alimento, pienso o material con un riesgo pero que no precisa una acción rápida, bien porque el riesgo no es grave o porque no está en el mercado. Y por último, la notificación de rechazo en frontera hace referencia a un envío de alimentos, materiales en contacto o piensos cuya entrada ha sido negada en la UE.

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