La Unesco declara la dieta mediterránea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Esta inscripción permitirá su protección, conservación y transmisión, además de favorecer el mantenimiento de un patrón alimentario saludable
Por EROSKI Consumer 17 de noviembre de 2010

La Unesco ha aprobado la inscripción de la dieta mediterránea en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, al considerar que «se transmite de generación en generación, como una expresión, uso o conocimiento que se reinventa de forma constante por las comunidades y los grupos, en función de su entorno, que interactúa con la naturaleza y la historia, y que infunde un sentimiento de identidad y continuidad, lo que contribuye a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana», explicó el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).

Tras conocer la noticia, la titular del MARM, Rosa Aguilar, mostró su satisfacción por este reconocimiento que demuestra, en su opinión, que la dieta mediterránea es «la expresión de un estilo de vida y de una cultura que se transmite en el Mediterráneo a través de distintas generaciones».

La iniciativa de presentar la candidatura de la dieta mediterránea surgió en España, fruto de un trabajo conjunto entre el MARM y la Fundación Dieta Mediterránea, que impulsaron los trabajos para la elaboración del documento de candidatura de carácter transnacional, en el que también han participado Grecia, Italia y Marruecos. Según el Ministerio, este documento ha permitido a la Unesco valorar de forma positiva el significado y lo que representa la dieta mediterránea en estos cuatro países, desde sus diferentes aspectos culturales, sociales, históricos, gastronómicos y alimentarios, así como desde el punto de vista medioambiental, paisajístico y costumbrista.

La inscripción de la dieta mediterránea en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial permitirá su protección, conservación y transmisión. En este sentido, salvaguardar y proteger este legado histórico y cultural, además de favorecer el mantenimiento de un patrón alimentario saludable, impulsará los beneficios sociales de desarrollo rural sostenible, como el mantenimiento de la población en el territorio y la conservación de los paisajes característicos, aseguró el departamento dirigido por Aguilar.

También contribuirá a dar valor a los productos mediterráneos y a difundir el turismo rural, cultural y gastronómico asociado a la dieta mediterránea, así como a enriquecer el intercambio cultural y la cooperación entre los países mediterráneos del sur para fomentar esa valorización en sus propios territorios.

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