Taxis, se puede reclamar

Una factura mal computada, una infracción de las normas de recepción en los vehículos o un recibo sin la debida justificación pueden ser objeto de reclamación en un taxi
Por José Ignacio Recio 5 de febrero de 2013
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En ocasiones, los pasajeros de un taxi terminan descontentos con el servicio prestado y les gustaría elevar una queja o reclamación. A veces, las prisas o el desconocimiento de sus derechos hacen que todo quede en el olvido. Pero conviene saber, como se indica en el siguiente artículo, que una factura mal computada, una infracción de las normas de recepción en los vehículos o un recibo sin la debida justificación pueden ser objeto de reclamación.

Reclamar un mal servicio en taxi

Un mal servicio en un taxi se puede reclamar, pese a que no todo el mundo lo sabe. Para hacer efectiva una queja, es preciso solicitar las hojas de reclamaciones que deben tener todos los vehículos que ejercen este servicio público y que están a disposición de sus viajeros. En ellas, podrán exponer cualquier queja o sugerencia sobre su prestación.

Conviene pedir factura, ya que es una garantía si se desea elevar alguna reclamación sobre el servicio de taxi

En caso de no llevarlas, o si los taxistas no las facilitan, se debe formalizar la reclamación a través de un escrito por correo ordinario a los órganos municipales del sector del taxi o a las juntas arbitrales de transporte de cada comunidad autónoma o, en su defecto, por medio de un correo electrónico a ambas direcciones.

Ocho motivos que pueden provocar discusión en un taxi

La mejor manera para evitar problemas en un taxi es conocer los derechos que asisten a los viajeros, así como sus limitaciones. Se resumen en las siguientes líneas, donde se indican además los motivos y situaciones que pueden provocar controversia dentro de un taxi.

  1. Bajada de bandera:

    Es uno de los puntos más sensibles para las reclamaciones de los usuarios. Es obligatorio hacerla en el momento en que el cliente solicita el servicio (entrada en el vehículo y demanda del trayecto), nunca antes de que el pasajero entre. Solo se hará antes si este servicio es contratado a distancia, en cuyo caso el contador se pone en marcha en el lugar de partida del taxi, por lo que repercutirá en el precio del trayecto.

  2. Avería, accidente, reposición de combustible…

    Son motivos no imputables al usuario y que implican una parada. El conductor debe detener el contador hasta solucionar el problema. Una vez resuelto el incidente en cuestión, el taxímetro se pondrá en marcha sin que haya que bajar la bandera de nuevo.

    Por otra parte, si el percance impide continuar el viaje, el cliente solo tendrá que abonar el importe de la carrera hasta ese momento, con el descuento de la cantidad que corresponda a la bajada de bandera.

  3. Equipaje:

    La contratación de un taxi da derecho al transporte de un equipaje normal (maletas, bolsas de mano, pequeños bultos o compras…) que pueda ser colocado en el maletero del vehículo (en todos los casos disponen de este servicio), o en la baca, siempre que no cause deterioro alguno. Hay que saber que la utilización de esta prestación no conlleva ningún suplemento, es gratuita para los pasajeros del taxi.

  4. Animales:

    En los casos en que el cliente vaya acompañado de un perro guía o un animal de compañía, también podrán acceder al servicio solicitado sin ningún recargo. Las mascotas (no el perro guía) deben ser transportadas en una jaula homologada.

  5. Trayecto escogido:

    Se debe llevar al usuario al destino pedido por el itinerario más directo posible, o bien plantear varias alternativas en función de la hora, atascos o urgencia de la carrera. En su caso, tendrá que seguir la ruta que le indique el cliente antes de iniciar el trayecto.

  6. Dinero para cambio:

    Es bastante frecuente que los pasajeros no dispongan del fraccionamiento de moneda suficiente para pagar. Según la ley, los taxistas solo tienen obligación de proporcionar las vueltas al usuario hasta la cantidad de 20 euros.

    • Si el taxista no tiene cambio hasta esa cifra y debe abandonar el coche para conseguirlo, tendrá la obligación de detener el taxímetro.

    • Si, por el contrario, el importe del trayecto supone un cambio superior a 20 euros, será el cliente quien deba salir del vehículo para lograr la cantidad demandada, con el taxímetro en funcionamiento.

  7. Recibo:

    En el momento de finalizar la carrera, y si es el deseo del usuario, se podrá solicitar un recibo o una factura por el servicio prestado, donde deberán quedar reflejados de manera obligatoria los siguientes datos:

    • Número de licencia
    • N.I.F.
    • Matrícula del vehículo
    • Precio de la carrera
    • Fecha
    • Firma del taxista

    Es recomendable pedirla siempre, ya que es una garantía importante para elevar alguna reclamación sobre el servicio.

  8. Tarifas:

    No menos importante son los aspectos relacionados sobre la tarifa de los trayectos demandados, que pueden variar en función de la hora o si se rebasan los límites del municipio.

    Cada taxi debe tener un ejemplar oficial de los importes en el interior del vehículo y en un lugar visible para los clientes. El cuadro de precios tiene que recoger todos los suplementos y costes específicos que, en su caso, proceda aplicar a determinados servicios.

    No se considera incluido el importe de los peajes por la utilización de autopistas, vías especiales y entrada en zonas controladas, que será satisfecho por el usuario, siempre y cuando este haya solicitado ese trayecto.

    Las tarifas comprenden varios módulos que conforman el precio final del servicio:

    • Bajada de bandera, que es el importe indicado por iniciar el servicio o la tarifa mínima que se cobra por cada carrera.

    • Tarifa por kilómetro recorrido.

    • Cuando el trayecto se realiza en horario nocturno o en día festivo, puede tener un coste superior. Se considera servicio en horario nocturno el que se hace entre las 21:00 y las 06:00 horas del día siguiente.

    • En el caso de que el destino sea un aeropuerto, estación de autobuses, etc. se cobrará un suplemento adicional.

    Hay, además, dos tipos de tarifas, atendiendo al espacio en que se desarrolla el servicio:

    • Las urbanas, que son de aplicación en servicios de taxi cuyo origen y finalización tenga a una misma población como destino. En algunos casos también se dan en áreas formadas por un conjunto de poblaciones vecinas.

    • Las tarifas interurbanas, cuyo origen y final se produce en dos localidades distintas, salvo que formen parte de un área de prestación conjunta.

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